efluvios cordiales de un monje
Traducción e introducción de Héctor Canal.
Epílogo de Cord-Friedrich Berghahn
Medidas: 12 x17 cm
Páginas: 320
Fecha de publicación: Oviedo, 2008
Efluvios cordiales de un monje amante del arte

Wilhelm Heinrich Wackenroder y Ludwig Tieck

La anónima publicación de Los efluvios cordiales de un monje amante del arte en 1796 marca el nacimiento del romanticismo alemán. Pese a su apariencia y tono inocentes, es un alegato del entusiasmo artístico dirigido contra la tradición dieciochesca: no el arte clásico, sino el renacimiento italiano y, sobre todo, el redescubrimiento de Alberto Durero como personificación del auténtico arte alemán constituyen el paradigma que presenta la obra. El texto ofrece otras características sorprendentes: la combinación de formas (vidas de artistas, cartas, poemas, una nouvelle...), el tono patriarcal del narrador, la idea ilustrada de la tolerancia aplicada al arte, el anuncio de una nueva religión del arte y el relato de la vida de Berglinger. Este supone una doble innovación, al proyectar la música como arte absoluto e introducir el modelo de artista romántico en conflicto permanente con su entorno. La aparente sencillez e inocencia del discurso del monje, de agradable lectura - el texto no se dirige a expertos, sino a amantes del arte-, ni oculta su conocimiento de la discusión estética en la Alemania de finales del XVIII, ni resta complejidad a su radical intención filosófica.


EDUARD CAIROL. La Vanguardia, 26 de noviembre de 2008
 
El libro más bello del mundo

Aborda las grandes cuestiones sobre la creación artística desde una perspectiva a contracorriente de la modernidad y, a la vez, moderna


31/12/2008
 

 

Imaginemos por un momento un libro breve, pero que condensara como en germen los elementos fundamentales del gusto de una época todavía por llegar. Un libro de libros que, como si de una auténtica Biblia se tratara, contuviera poesía, historia del arte, crítica y teoría artística, alternando el análisis y la pasión, la reconstrucción histórica y la evocación sentimental. Un libro que abordara las principales cuestiones relacionadas con la creación artística, y ello desde una perspectiva a contracorriente de la modernidad y, a la vez, radicalmente moderna, por no decir contemporánea. Imaginemos que dicho libro hubiera sido escrito en una lengua cristalina, con un punto de ingenuidad intemporal, traducido respetando tales cualidades escrupulosamente y editado en tamaño de breviario o de misal, en un papel y una tipografía delicados, y con una tapa de tela entre rústica y monacal. ¿Acaso un libro así no merecería ser considerado el libro más bello del mundo? ...